CUSTODIOS DE LA CONTAMINACIÓN. Es tal el poder que tiene la empresa que la comisaría está dentro del predio de la firma. Además cuenta con guardia de seguridad privada que controla una calle pública.
Publicado el 04/03/2012 - TUCUMÁN (Enviados especiales) Un hecho que refleja a las claras el poder que tienen los dueños de los ingenios, de la misma manera que por años tuvieron al momento de arrojar desechos y contaminar la cuenca Salí-Dulce haciendo caso omiso a las leyes ambientales, se produjo en la localidad La Fronterita, que debe su nominación al ingenio La Fronterita, de la firma José Minetti y Cia. LTda. Saci.
Cuando la camioneta de EL LIBERAL recorría una ruta y al pasar por el frente del ingenio, personal de seguridad, de la empresa Segury Control, le cortó el paso y le prohibió continuar, argumentando que se estaba dentro de una propiedad privada perteneciente al ingenio. El equipo periodístico, se dirigía por la ruta, de uso público, para obtener una imagen de las lagunas de sacrificio que tiene la firma con vinaza. El objetivo era comprobar si tenían o no este desecho acumulado.
De manera amenazante, el empleado quien no quiso dar su nombre, pidió a los hombres de prensa que se identificaran y que comentaran el motivo de su presencia en el lugar.
Lo más insólito de la situación, es que se impedía el paso por una calle que conduce a la comisaría de La Fronterita que depende de la Jefatura Regional Oeste de la Policía. La misma está al frente del ingenio. Allí estaba de guardia el oficial Daniel Gerez, quien reconoció que el lugar era público y que además de viviendas y algunas fincas, había dos escuelas: Dardo Isidorio Pérez y José Minetti.
El efectivo se comunicó telefónicamente con su superior, el subcomisario Joaquín Girvau, quien para hacer más insólita la situación y tras haber indagado el motivo de la presencia del equipo periodístico, se comprometió a gestionar un permiso para que los periodistas pudieran hacer su trabajo en sitios que son públicos. Mientras tanto, un empleado del ingenio que se identificó como José Eduardo Vázquez (aunque luego dijo que su apellido era Chumbita), reiteró a los enviados de EL LIBERAL que no se podía permanecer en el sitio porque el ingenio era dueño de todo el lugar, incluso de la comisaría y de las escuelas, y de una calle pública.
Ante las inoficiosas gestiones de la Policía y las faltas de garantías para poder continuar con el trabajo, los periodistas debieron dejar La Fronterita, el pueblo que tiene José Minetti, uno de los industriales azucareros tucumanos. Cuando la camioneta de EL LIBERAL estaba llegando al frente de la fábrica, ya estaba siendo esperada por el personal de seguridad. El control que tienen sobre el pueblo (a unos cuantos kilómetros de Famaillá), es total.
http://www.elliberal.com.ar/
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