"Falta una decisión en la Justicia para avanzar con las causas ambientales"
REFLEXIÓN. Juzgó que para acabar con la impunidad se necesita el apoyo del Estado y de la sociedad.
Publicado el 12/03/2012 - El fiscal federal general de Tucumán, Antonio Gómez, recorre Europa brindando conferencias sobre la contaminación en la cuenca Salí-Dulce y la dificultad para avanzar con las causas ambientales. Desde Francia donde realizará en los próximos días una serie de actividades relacionadas con esta temática, Gómez habló en exclusiva con EL LIBERAL y dijo: “Hay una falta de decisión de la administración de Justicia de avanzar con las causas penales vinculadas a la contaminación de la cuenca”.
Consultado acerca de la demora para llegar a juicio oral en estos casos, afirmó que “hay una tremenda impunidad en materia de delitos ambientales”. Al respecto, consideró que la “impunidad en nuestro país sólo puede ser vencida de dos maneras: con apoyo del propio Estado como ocurrió con los delitos de lesa humanidad, a partir de que fue incluida en la agenda del kirchnerismo o cuando detrás del magistrado hay un apoyo militante de la sociedad que reivindica una causa como reclamo propio si no es imposible avanzar”, sostuvo.
En su caso, dijo que es un fiscal que trata de hacer su trabajo en materia de delitos ambientales, como agrotóxicos, vinaza y residuos radiactivos y que si se destaca, es porque no hay muchos “fiscales federales preocupados en capacitarse y avanzar en materia de delitos ambientales”.
En tanto, reiteró: “Detrás de cada delito ambiental hay un funcionario corrupto, por lo que en Tucumán hubo algunas condenas a intendentes y a empresarios cómplices por ese delito (como los dueños de un sanatorio y el intendente de Concepción)”. En el caso específico de la cuenca Salí-Dulce, afirmó que el funcionario responsable de la contaminación tiene nombre y apellido: “Una vez más tengo que ratificar el pedido de declaración indagatoria del ingeniero Montalván (secretario de Ambiente tucumano) como responsable directo de la contaminación que se arroja por su falta de impulso en su responsabilidad para controlar la contaminación”.
Luego, diferenció la actitud del gobernador Gerardo Zamora que se convirtió en querellante por la contaminación del embalse, mientras que su par tucumano, José Alperovich, no.
Consultado acerca de la demora para llegar a juicio oral en estos casos, afirmó que “hay una tremenda impunidad en materia de delitos ambientales”. Al respecto, consideró que la “impunidad en nuestro país sólo puede ser vencida de dos maneras: con apoyo del propio Estado como ocurrió con los delitos de lesa humanidad, a partir de que fue incluida en la agenda del kirchnerismo o cuando detrás del magistrado hay un apoyo militante de la sociedad que reivindica una causa como reclamo propio si no es imposible avanzar”, sostuvo.
En su caso, dijo que es un fiscal que trata de hacer su trabajo en materia de delitos ambientales, como agrotóxicos, vinaza y residuos radiactivos y que si se destaca, es porque no hay muchos “fiscales federales preocupados en capacitarse y avanzar en materia de delitos ambientales”.
En tanto, reiteró: “Detrás de cada delito ambiental hay un funcionario corrupto, por lo que en Tucumán hubo algunas condenas a intendentes y a empresarios cómplices por ese delito (como los dueños de un sanatorio y el intendente de Concepción)”. En el caso específico de la cuenca Salí-Dulce, afirmó que el funcionario responsable de la contaminación tiene nombre y apellido: “Una vez más tengo que ratificar el pedido de declaración indagatoria del ingeniero Montalván (secretario de Ambiente tucumano) como responsable directo de la contaminación que se arroja por su falta de impulso en su responsabilidad para controlar la contaminación”.
Luego, diferenció la actitud del gobernador Gerardo Zamora que se convirtió en querellante por la contaminación del embalse, mientras que su par tucumano, José Alperovich, no.
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