Publicado el: 21/07/2010 | Habitantes de varias localidades apostadas a orillas del contaminado arroyo Matazambi continúan viendo morir a sus animales que se acercan a ese curso de agua. La contaminación por efluentes cloacales y la vinaza del ingenio Marapa no dan tregua pese a las causas abiertas hace más de un año. Sur de Trejo y Los Rodeo, dos ejemplos de la impunidad.
Sobreviven merced a una acotada actividad agrícola y a sus productos lácteos artesanales, pero sus animales de están muriendo. Tampoco dan crías y la tierra es cada vez más infértil.
Todo esto sucede al mismo tiempo que desde fines de 2008 en el seno de la Justicia Federal se mantiene una causa por la contaminación que se genera en la planta conocida como “Laguna de Guayacanes”, ubicada a seis kilómetros al este de la ciudad de Juan Bautista Alberdi.Allí van a parar los desechos industriales del ingenio Marapa y los efluentes cloacales de Alberdi para ser sometidos a un muy rudimentario tratamiento.
Según explicaron desde la fundación ambientalista Ave Fénix, los desechos circulan por una veintena de piletones donde, aparentemente, se logra una decantación parcial de determinados desechos sólidos. Tras esto, los efluentes, con una altísima carga contaminante, van a parar directamente a través de dos ductos, al arroyo Matazambi, afluente de la cuenca Salí-Dulce.
A partir de aquí, cada una de las poblaciones ubicadas a orillas del este arroyo, se convierte en víctima de este crimen ambiental. Una de estas, se ubica en la localidad denominada Sur de Trejo (ubicada a 25 kilómetros de Lamadrid, en el departamento Simoca, sobre la ruta 175). Allí, varias familias ven como las oscuras aguas del Matazambi los están dejando sin animales ni cultivos por la afectación de las napas freáticas que dañan la tierra.
Abraham Quinteros, poblador del lugar, relató a primerafuente que, es tal el grado de afectación de ese curso natural de agua, que la mayoría de las vacas con las que contaba se por beber del Matazambi. “Estoy en la ruina. Mantengo a mis tres hijos con la venta de leche y lácteos que extraía de mis animales. La situación que vivimos es desesperante”, contó en noviembre pasado cuando junto a un grupo de vecinos se presentó ante el juez federal subrogante Nº 1, Daniel Bejas, para aportar pruebas y dar testimonios en torno al daño humanitario que se vive en esa zona.
Pese al tiempo transcurrido, la causa judicial iniciada por las ONG Unión de Vecinos del Sur y Pacto Verde –e impulsada por el fiscal general federal Antonio Gustavo Gómez- , por aparente violación a la ley nacional 24.051, (sobre residuos peligrosos), no tuvo avances significativos.
Tampoco prosperó hasta la fecha el pedido de Gómez para que se cite a indagatoria a Raúl Martínez Alvarado, en calidad socio gerente de la firma Saneamiento y Urbanismo SRL -explota la planta de Los Guayacanes- y a Felipe Antonio Arroyo, encargado de ésta.
También solicitó que se presenten a declarar el presidente del ingenio Marapa (pertenece a la firma Atanor) Miguel Ángel González y al intendente de Juan Bautista Alberdi, Luis Armando Campos.
La muerte a orillas del arroyo
Así como en Sur de Trejo, la contaminación del Matazambi afecta a numerosos poblados apostadas a sus orillas del Matazambi: habitantes de parajes como Los Córdoba, El Durazno, Sur de Lazarte, Esquina, Niogasta, La Cañada, Ischipuca, Laguna Larga y El Rodeo, entre otros, son víctimas permanentes de esta situación.
La última localidad citada es una de las más afectadas por esta situación. Allí residen un grupo de familias de muy escasos recursos sometidas a un serio peligro sanitario.
Esta situación ya fue denunciada por la Unión de Vecinos del Sur en el marco de una causa por contaminación ambiental y abandono de persona en la que el juez Pedro Roque Arnedo (Tribunales de Concepción) se declaró incompetente.Por Esteban Stanich
http://www.primerafuente.com.
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