A más de 20 días de que vecinos encontraran el cuerpo sin vida de la comunera Esperanza Nieva en su casa de El Remate pocos fueron los avances, en torno al esclarecimiento del crimen, logrados por el Poder Judicial de Tucumán; Centro Judicial Monteros a instancias del sostenido reclamo de la Comunidad que diariamente se moviliza por calles y caminos del territorio Amaicha. Por Unión Diaguita.
El condenable hecho que movilizo a toda la opinión pública de la comunidad amaicheña planteando diversas hipótesis y rumores se encuentra sin avances en su dilucidación debido a diversos factores, entre ellos; la falta de testigos calificados en cuanto a haber presenciado o tener la certeza de lo ocurrido; la destrucción de pruebas consecuencia de la desaprensión y/o falta de pericia del perito interviniente enviado por el Centro Judicial de Monteros (distante a 125 Km en la llanura tucumana) el que fuera solicitado por familiares de la victima y el propio Cacique de Amaicha (el abogado Eduardo Nieva). El técnico enviado evaluó el deceso de la comunera como muerte natural recomendando a policías y deudos a proceder con el rito habitual del velatorio.
La negligencia del perito despertó en los comuneros indignación; quienes comenzaron a reclamar con movilizaciones encabezadas por familiares, miembros activos de la Comunidad Indigena Amaicha del Valle junto al Cacique Nieva ante la certeza que la muerte de Doña Esperanza fue de manera violenta. Una semana después del hecho los resultados de la autopsia dieron la razón a los comuneros. Resta aun revelar móviles y circunstancias de este aberrante hecho para lo cual poco se cuenta con pistas firmes ya que nadie vio alteraciones o irregularidades en proximidades de la casa donde ocurrió el homicidio el lunes 7 de junio.
Mientras tanto la Comunidad de Amaicha se encuentra aun conmocionada y reflexiona sobre varios aspectos que pasaron desapercibidos durante mucho tiempo y que se pusieron de manifiesto con el crimen de Doña Esperanza, entre ellos: la violencia de genero, el estado de indefensión de los ancianos que viven solos, las fallas de los organismos públicos (como el accionar del funcionario judicial en esta circunstancia) que se ponen en evidencia en situaciones de emergencia. La falta de equidad en la administración de justicia que la convierte en injusticia, una observación que los propios asistentes a las Marchas por el esclarecimiento de la muerte de Doña Esperanza Nieva lo ponen de relieve cuando recuerdan la celeridad con que actúa el mismo Centro Judicial a la hora de recoger denuncias de terratenientes en contra de los comuneros de Quilmes (tal es el caso de la detención sin pruebas de Sergio Condori o de los sucesivos desalojos en Colalao del Valle). Por lo pronto balancean la posibilidad de llevar las marchas del reclamo a la propia sede judicial para manifestar ante la opinión publica el calamitoso funcionamiento ante la falta de recursos en que se encuentra esta fiscalía que tiene un extenso radio de acción en la provincia de Tucumán y que, al no cumplir con su función el costo de este mal funcionamiento es pagado por los sectores mas vulnerables.
Fuente: Union diaguita
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