“Esperanza Nieva yacía sin vida en su casa desde horas de la tarde del lunes. Había algo que inquietó a su sobrina. Cierto desorden cuando ingresó en la vivienda de su tía el martes 8 de junio pasado, la llevó a pensar que la muerte habría resultado ser al menos extraña”, manifestó un vecino de Amaicha del Valle, que conmovido por la noticia, no dudó en hacer pública las dudas que se tejen en torno a la muerte de la coplera Esperanza Nieva. Que a los 81 años de edad vivía sola y hoy la justicia trata de establecer qué le sucedió.
En un primer momento, la policía caratuló el incidente como muerte natural, a pesar de que la mujer fue hallada tirada en el suelo, semidesnuda y con vestigios de una lucha. Pero con el correr de las horas, en la plaza del pueblo y en todos los lugares públicos, el comentario era coincidente. “En horas de la medianoche del martes ya circularon rumores altamente preocupantes acerca de la muerte, cada vez menos natural, dudosa y violenta de Esperanza Nieva”, consignó la versión recogida por Primera fuente.
El apresuramiento de la policía por cerrar el caso, tuvo la resistencia de los familiares de la victima, quienes advirtieron que había al menos una persona involucrada, ya que eran evidentes las marcas de golpes que presentaba el cuerpo de la mujer. A partir de este detalle, la familia desafiando el informe policial, requirió a la Justicia una análisis forense, al presumir que se trató de un homicidio.
El resultado de la autopsia ya estaría en manos de la fiscal de Monteros, Mónica García de Targa, que caratuló la causa como muerte dudosa. Trascendió que el médico forense confirmó que la Esperanza Nieva presentaba un fuerte golpe en la cabeza, hematomas en sus brazos y rodillas, además de múltiples golpes y fracturas en el costado derecho del cuerpo.
Con estos elementos, la fiscal estaría en condiciones de ordenar otras medidas y cambiar la carátula del caso, por homicidio. En coincidencia con el informe del médico forense, quien no tendría dudas de que la coplera fue victima de un ataque.
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Reclaman justicia por un crimen
La muerte de Esperanza Nieva, mereció una importante cobertura del diario catamarqueño, que en su edición del último domingo, se refiere al hecho como que la coplera "fue asesinada por desconocidos que ingresaron a robarle". Destacó que la mujer de 81 años, "integraba comunidades indígenas de los Valles Calchaquíes". Gran conmoción.
Una importante marcha del silencio se llevó a cabo ayer (por el sábado) en la localidad tucumana de Amaicha, para exigir el esclarecimiento del brutal homicidio de la conocida coplera y comunera indígena Esperanza Nieva (81), ocurrido el lunes pasado en su domicilio de Los Zazo, expresó el diario de Catamarca, El Ancasti, en su edición del domingo pasado.
El crimen conmovió a todos los Valles Calchaquíes, ya que Esperanza Nieva era parte de Autoridades Tradicionales de la Comunidad Indígena Amaicha del Valle. La mujer era madre del periodista René Astorga, ex colaborador de El Ancasti en Santa María.
Fuentes policiales indicaron que por orden de la fiscal de Monteros, Mónica García de Targa, se detuvo a dos hombres como presuntos autores del homicidio. Según las primeras investigaciones, Esperanza Nieva habría sido asesinada el lunes pasado, por desconocidos que ingresaron a su casa a robarle.
Familiares y allegados a Nieva expresaron su repudio por la actuación de la policía tucumana, ya que en un primer momento se creyó que se trataba de una muerte natural y se alteró la escena del crimen.
El cuerpo de la infortunada mujer fue hallado por una sobrina que advirtió que de la casa salía abundante agua, como si hubieran dejado una canilla abierta. Doña Esperanza, aseguran, era muy cuidadosa con esas cosas, por lo que decidió ingresar. Al hacerlo, la joven vio a su tía tirada en el suelo, ya sin vida. El defectuoso accionar de la policía despertó el repudio de los habitantes de Amaicha del Valle. Las copleras de los valles decidieron organizar las marchas para reclamar por el pronto esclarecimiento del crimen.
Ayer a la tarde (por el sábado), a pesar de que ya había dos personas arrestadas, las copleras calchaquíes y un nutrido grupo de vecinos de Amaicha y Santa María marcharon una vez más para reclamar justicia en forma pacífica. El homicidio de la mujer generó diversas manifestaciones de agrupaciones indigenistas de todo el norte argentino, que repudiaron el hecho de sangre y expresaron su condolencia a los familiares de la víctima.
Esperanza Nieva (81) era reconocida en todos los Valles Calchaquíes como una artista autóctona que rescataba las costumbres más ancestrales y exigía el reconocimiento de la comunidad aborigen de la zona. Esperanza, cuyo cuerpo fue inhumado el jueves, tuvo una intensa lucha social e integraba entre otras instituciones la Cooperativa de Artesanos./El Ancastihttp://www.primerafuente.com.
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