Cuyo es la región más peligrosa de la Argentina. En nuestra provincia, la sierra de Medina es el área crítica.
En la Argentina hay 5 zonas con diferente grado de peligrosidad en materia de sismos, de la
Tucumán está en zona sísmica de nivel II (en Cuyo es nivel IV), lo que implica –estadísticamente- que puede producirse un sismo de nivel 6 en la escala de Richter (de moderado a fuerte) cada 100 años, señalan los expertos en sismología.
Esos datos, entre otros, surgen del trabajo del Instituto de Prevención Sísmica, que opera y mantiene una Red Nacional de Estaciones Sismológicas, que cuenta con 50 estaciones en distintos puntos del país, y una Red Nacional de Acelerógrafos (sismógrafos con sensores de aceleración), compuesta por 148 instrumentos.
El registro se realiza durante las 24 horas del día y permite determinar los parámetros de los sismos, como por ejemplo ubicación y magnitud. Este seguimiento, que funciona en el marco de una política nacional, se instauró luego del terremoto del 15 de enero de 1944, que destruyó la ciudad de San Juan y mató a 10 mil personas. Esa lamentable catástrofe fue un hito en la historia de la sismología argentina.
El terremoto de mayor magnitud en la historia argentina se produjo el 27 de octubre de 1894, con epicentro en el noroeste de la provincia de San Juan. Su magnitud fue de 8 en la escala de Richter, es decir, prácticamente la misma que se registró en el último, en Perú. Aunque se considera que el más destructivo fue el del 20 de marzo de 1861 en Mendoza, cuando murieron 6 mil personas sobre una población total de 18 mil.
“Un sismo se produce por la liberación de energía a varios kilómetros bajo la corteza terrestre porque se reacomodan grandes masas de magma”, explicó el geólogo Juan Carlos Valoy. “Se produce un desplazamiento elástico del suelo porque la energía se expande en ondas, como cuando se tira una piedra al agua”, dijo.
El tren de ondas se percibe como un movimiento vertical cuanto más cercano está el epicentro. Al alejarse, las ondas se disipan y el movimiento se siente más atenuado y horizontal, explicó Valoy.
Indicó además que Tucumán se encuentra en una zona sísmica de nivel II (las provincias de Cuyo tienen un nivel IV). “Eso quiere decir que, estadísticamente, lo máximo que puede producirse es un sismo de nivel 6 en la escala de Richter (de moderado a fuerte) cada 100 años”, señaló.
Pero la peligrosidad de un sismo no depende sólo de su magnitud, sino también de la vulnerabilidad de la zona. “Las construcciones, en Tucumán, se calculan para que afronten sismos de 6 o de 7 en la escala Richter, así que ese no es un problema”, indicó Valoy.
Lo que sí puede llegar a serlo es que la ciudad no está preparada para soportar un terremoto, y tampoco la población. “Las veredas son angostas, hay demasiados espacios vidriados, muchos cables aéreos y gasoductos viejos”, según Valoy. Además, dijo, debería concientizarse a la gente acerca de cómo actuar ante un terremoto.
La sierra de Medinas es la zona más sísmica de Tucumán, de acuerdo con los registros del Inpres y de estudios que datan de 1800, según publicó lagaceta.com.
Según Luis Eduardo Suayter, director del Instituto de Riesgo Geológico y Sistematización Territorial de la Facultad de Ciencias Naturales de la UNT, en la zona existe cierta recurrencia sísmica de entre
El científico recordó que el antecedente más próximo -cuyo epicentro se ubicó en Villa Benjamín Aráoz- ocurrió hace 22 años.
En la misma zona se registraron otros sismos en 1920, en 1931 y en 1932. “Este sismo se ubicaría en la falla de Linares, una formación que proviene de Bolivia -entre los meridianos 65 y 66- y muere en el río Rico, en Córdoba. Tiene unos
Dijo que en un grado 4,6 de la escala de Richter, “el impacto es equivalente a 10 bombas de las que se tiraron en Hiroshima, pero -como se produjo a
http://www.contexto.com.ar/vernota.php?id=18837
No hay comentarios:
Publicar un comentario