El Consejo Superior tuvo que informarse de los daños que ocasiona la minera Alumbrera en las poblaciones. Los expositores les hicieron recordar que la UNT es socia de las mineras. Escasa participación.
Tal como estaba previsto, el martes pasado se realizó la sesión extraordinaria solicitada por la Asamblea Socio Ambiental del NOA (Asanoa) al Consejo Superior de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT). Tanto el Rector, Juan Cerisola, como el resto del Consejo, tuvieron que escuchar la realidad más allá de lo que digan Marigliano o Campero con respecto a la responsabilidad que le cabe a la UNT en la minera Alumbrera. Además, se solicitó a la Dirección de Asuntos Jurídicos que elabore un informe sobre las atribuciones legales de YMAD y de la UTE que conforma con la Alumbrera.
La sesión arrancó con la exposición de la docente e investigadora de la facultad de Artes, Miryam Genisans, quien señaló que la problemática socio ambiental, como consecuencia del saqueo que provoca la minera Alumbrera es preocupante. “El tipo de modelo es extractivo, que significa volar montañas, consumir muchísima cantidad de agua, mucha energía. Todo esto está amparado por unas leyes que están al servicio de las mineras, especialmente trasnacionales”, expresó. Los “trabajos” que realiza la minera están destruyendo todo el sistema del Aconquija, según alertó Genisans quien, además, es militante del grupo ecologista ProEco. “Entendemos que, si los animales e mueren, si la producción de frutas cayó, es porque los niveles de contaminación son muy altos. Venimos, además, a contradecir las versiones mediáticas de que Alumbrera no contamina en el DP2; Alumbrera contamina en el DP2 y en toda la zona, incluso en el puerto de Santa Fe”, disparó. La ambientalista también denunció que se dan casos de lluvia ácida en la zona de los valles Calchaquíes, como producto del accionar contaminante de la minera y denunció también a las autoridades de la provincia, como partícipes de esta situación, ya que el proyecto de la Alumbrera tiene un respaldo profundo del Estado. “El problema más grave en Tucumán es la actitud del gobierno provincial, que nos entrega a partir de las resoluciones del Siprosa sobre los niveles de contaminación que supera los mínimos que establece la ley nacional”, dijo. Por medio de filmaciones, la licenciada demostró la situación que viven los pobladores afectados.
Tras las más de cuatro horas que duraron las exposiciones, las caras de los consejeros lo decían todo. Mientras algunos prestaban la debida atención a lo que decían las personas afectadas, se pudo apreciar a la decana de la facultad de Odontología enviando mensajes de texto desde su celular, o a un consejero estudiantil haciendo fuerzas para no dormirse. Ni las terribles denuncias lograron despertarlo de un sueño –una pesadilla, mejor dicho- que lleva 12 años y de la que la UNT cumple el rol de un Fredy Kruger con tijeras de oro. Puede llegar a ser justificable el cansancio de algunos consejeros, pero el poco interés que despertó el tema contrasta con las cuestiones relacionadas con la interna universitaria. Sin embargo, no demostraron el mismo estado de ánimo –los menos- cuando, semanas atrás, se trató lo concerniente al dinero maldito (eso sí importa) que envía YMAD. Esas cinco horas son un grano de arena –no de oro- si las comparamos con los 12 años de destrucción socio ambiental.
¿Hay vida más allá del Tupper?
Aunque algunos consejeros, como Santiago Yanotti, del estamento estudiantil, realizaron algunas preguntas sobre el marco jurídico o sobre las consecuencias socioambientales, resultó llamativo el desconocimiento del cuerpo sobre la grave situación que se vive más allá del Tupper. Las preguntas, o la ignorancia fueron explicadas en 13 oportunidades en la sala del Consejo. “Hoy estamos hablando con la UNT, que es el socio de la Alumbrera. Ustedes no preguntan, porque deben ser conocedores de esto. Supongo que ustedes deben saber lo que pasa con el agua y cuáles son las consecuencias que trae”, expresó Roque Chaile, Autoconvocados de Santa María, Catamarca. Lo que, seguramente desconocen los consejeros es que minera la Alumbrera consume cinco millones de litros de agua por hora y tanta electricidad como la que emplea toda la ciudad de Neuquén, como lo explicó el fiscal Federal Gustavo Gómez en una radio de Neuquén. “Hace 15 años el campo de El Arenal –Catamarca- era un lugar de pastoreo; hoy no existe el pasto. Ustedes son socios, lo deben saber, ¿no?”, preguntó, para luego definir otra realidad: “La Universidad de Tucumán es socia, solamente de la plata que les llega, pero no van a hacerse cargo de los daños que sufrimos”. Aunque la minera sabe lo que quiere, los pobladores de las zonas afectadas, y no sólo (otras universidades no quieren saber nada con el dinero sucio), saben qué es lo que no quieren. “Nuestra gente vivía sin pedirle agua a nadie; hoy dependemos de un bolsón o de un plan social y no queremos eso. Como Universidad no pueden desconocer esta situación”, concluyó. Por lo visto, nuestros queridos consejeros tampoco conocen sobre los casos de criminalización de las protestas.
Horacio Machado Aráoz, otro de los oradores, docente de la Universidad de Catamarca expuso sobre la historia del saqueo y de la concomitancia de los gobiernos para con las trasnacionales. “Cuando se creó el YMAD, existía un artículo que prohibía que los recursos fuesen explotados por empresas extranjeras. Los sucesivos gobiernos lo cambiaron y así permitieron la instalación de estas grandes empresas”, aseveró.
Otra de las voces que escuchó el Consejo Superior fue la de Marcos Pastrana, de la Unión de los Pueblos de la Nación Diaguita Calchaquí, quien solicitó al cuerpo que sigan el legado que dejó Abel Peirano, cuando fundó el YMAD. “Lamentablemente su legado se dilapidó”, expresó.
Luego de las exposiciones, fue el turno de los agobiados consejeros quienes, apoyaron la moción de Raúl Torres Zuccardi de encargarle el tema a Asuntos Jurídicos para ver “cuál es el encuadre que le podemos dar y que nos lo explique. Una vez que tengamos el marco jurídico correspondería ver las decisiones del cuerpo”, dijo. Finalmente, a solicitud del Rector se dispuso que lo que determine Asuntos Jurídicos pase directamente para que lo analice una comisión que estaría compuesta por expertos de algunas facultades. Recién entonces volvería a ser tema del Consejo Superior.
En la misma bolsa
Sin embargo, no sólo las autoridades viven en una burbuja, desconocen la situación o no quieren hacerse cargo de la misma. Resulta lamentable ver siempre a las mismas caras en las actividades en contra de los efectos nocivos de la Alumbrera. La comunidad universitaria está compuesta, no sólo por sus gobernantes, sino por miles de docentes, de no docentes y de estudiantes. Ninguno de estos estamentos, sólo algunas agrupaciones, por medio de sus gremios, ha dicho una sola palabra al respecto y ni siquiera ha estado presente en las reuniones para tratar la temática. Esto, lamentablemente, los convierte en cómplices de la contaminación, tal vez un grado menor que las cabezas de la UNT, pero no muy distintas de ellos.
El año que viene, luego de las elecciones, las figuras serán prácticamente las mismas, salvo algunas caras nuevas. La contaminación seguirá, el daño, también, y la indiferencia de más del 90 por ciento de la comunidad universitaria.
http://www.elperiodico.com.ar/verarticulo.php?id=96116148&fecha_edicion=06/12/2009
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