Publicado el: 02/02/2011 | Cansado de convivir con la basura, un vecino se animó a filmar la forma en que los camiones recolectores del municipio de Banda del Río Salí arrojan basura en una ex cantera ubicada a 200 metros del río. Temen por la contaminación de las napas freáticas. Ante esto, denunciaron penalmente al intendente Zacarías Khoder.
La situación ya tiene antecedentes desde 2004 en adelante. Sin embargo, lo que era una práctica esporádica se convirtió en un hecho diario con el nivel de impunidad que esto implica. Según José Argañaráz, vecino del barrio bandeño 60 Viviendas, desde hace dos meses alrededor de cinco camiones por día arrojan los residuos domiciliarios que recogen en una ex cantera de áridos.
La situación fue denunciada el viernes en la Fiscalía de Instrucción Penal Nº 7 a cargo de Arnoldo Suasnabar. En la presentación se pide que se verifique el daño ambiental que se causa, la clausura del predio afectado y su limpieza, así como el procesamiento de Zacarías Khoder. Esto debido a que, según la denuncia, los camiones pertenecen al propio municipio de Banda del Río Salí y los desechos provienen de la recolección domiciliario de esa ciudad.
“Cada mes los vecinos pagamos 30 mil pesos a la empresa Servicios y Construcciones La Banda para que realice la disposición final de la basura. No se entiende entonces por qué el municipio, en vez de llevar la basura a Pacará Pintado la arroja en cualquier parte”, afirmó Argañaráz.
Cabe aclarar que en Pacará Pintado se realiza una separación previa de los desechos para su reciclado. El resto de la basura es trasladada al predio de Overa Pozo para su disposición final junto al resto de los residuos que se genera en el Gran San Miguel de Tucumán (alrededor de 800 toneladas diarias).
Argañaráz explicó a primerafuente que la vieja cantera donde se tira la basura en forma irregular se ubica a 200 metros del río Salí aunque en más de una ocasión los camiones arrojaron los desechos en la propia orilla del curso de agua.
También relató que la cantera, tras años de excavaciones, alcanzó una profundidad de ocho metros por lo que la basura que allí se arroja podría afectar las napas freáticas y al propio río. Por esta razón es que la causa también sería tramitada en la Justicia Federal atendiendo la presunta contaminación de la cuenca Salí-Dulce y la aparente interjurisdiccionalidad del delito que se denuncia. Por Esteban Stanich
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