Las inversiones para disminuir la contaminación no alcanzan para calmar el malestar de la población | ||||||||||||||||||||||||||||
Los convocaron para anunciarles los avances concretados en torno al Plan de Reconversión Industrial (PRI) pero debieron soportar las críticas y quejas de los vecinos. Mientras desde el Gobierno se explicaron los pasos resueltos hacia una política de producción limpia, quienes viven en las cercanías de las industrias exteriorizaron sus padecimientos ante lo que ellos entienden como más promesas frente a cambios que, por ahora, aún no fueron comprobados. Así, durante la noche del martes, autoridades de las Secretarías de Medio Ambiente local y de la Nación recibieron un glosario de penurias de vecinos de diferentes puntos de la provincia. La citrícola Citrusvil y el ingenio San Juan en Banda del Río Salí; las fábricas azucareras Marapa en Alberdi o La Corona en Concepción; la citrícola Citromax en Tafí Viejo o los ruidos insoportables y el hollín del ingenio Aguilares. Desde cada uno de los puntos cardinales de la geografía provincial se exteriorizaron realidades que ya llevan años de tolerancia. La intención de los funcionarios se centró en demostrar cómo, a seis meses de firmados los convenios individuales con alrededor de 30 empresas, las inversiones en cada una de ellas comenzaron a realizarse a fin de mitigar el impacto ambiental que generan. A través de la exposición del Coordinador Técnico del PRI a nivel provincial, Rubén Dip, se confirmaron los pasos dados por los ingenios con el objeto de llegar a la zafra del año próximo con la totalidad de las emanaciones filtradas. Para alcanzar esta meta, Dip trazó un panorama de las inversiones realizadas para tal fin en los últimos años. Según sostuvo, mientras en 2006 sólo se filtraba el 18,6 por ciento de los gases de las chimeneas de los ingenios, en 2007 se avanzó al 62 por ciento. Para esta zafra se prevé un control total del 77, 3 por ciento. En cuanto a la cachaza, se aseveró que para esta temporada se controlaría la totalidad de este desecho en cuanto a su disposición en cursos de agua naturales. En total, se estima que la cachaza representa el 14 por ciento de la carga orgánica que se deriva a la Cuenca Salí-Dulce. En tanto, en cuanto al tratamiento de la vinaza se confirmó la instalación de un nuevo sistema de tratamiento que será instalado por el ingenio La Trinidad a partir de un convenio con la Universidad de Valparaíso (Chile). De prosperar esta iniciativa, la intención es aplicarla a la mayor cantidad de ingenios provinciales. Hasta ahora, cada una de las empresas locales que rubricaron el PRI (ingenios, frigoríficos, papeleras, citrícolas, etc) presentó tres informes bimestrales sobre el avance de las obras realizadas. Estos estudios luego son cotejados a través de inspecciones de la que forman parte el Departamento de Fiscalización Sanitaria del Siprosa, el área de Calidad de Agua de la Dirección de Recursos Hídricos y el Jefe de Distrito de Recursos Hídricos. De la reunión, realizada en la sede de la Dirección de Medio Ambiente provincial, participaron el secretario del área, Alfredo Montalván, el director Sergio Villafañe, el director nacional del Programa de Producción Limpia de la Secretaría de Ambiente de la Nación, Ariel Carabajal; el director de Residuos Peligrosos de la Subsecretaría de Control y Fiscalización Ambiental de la Nación, Alberto Capra; y la titular de la comisión de Medio Ambiente de la Legislatura, Miriam Gallardo. Además, participaron vecinos de Concepción, Alberdi, La Trinidad, Banda del Río Salí, Pacará Pintado, Aguilares y Tafí Viejo. También hubo integrantes de las organizaciones Univec, Pro-Eco, Federación de ONGs Ambientalistas, entre otras. Ecos de los reclamos vecinales que debieron escuchar los funcionarios
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